Esta es la época en que los hinchas del Once Caldas empiezan a recordar con emoción y nostalgia el glorioso camino que llevó al ‘equipo del alma’ a consagrarse como campeón de América en 2004. El Once fue sólido desde el inicio y avanzó de primero en su grupo para enfrentarse al Barcelona de Guayaquil en Octavos de Final; la historia allí parecía finalizar, pero un golazo sufrido de Jorge Agudelo en el partido de vuelta en Palogrande le dio al equipo la posibilidad de seguir avanzando.
El gran reto en Cuartos de Final era el Santos de Robinho, Diego, Elano, entre otras figuras brasileñas, quienes también amenazaban con dar por finalizado el sueño continental del ‘Blanco’. El partido de ida fue el 19 de mayo en el recordado estadio Vila Belmiro. “Con solo llegar hasta este punto ya estábamos haciendo historia, sin embargo teníamos al frente a un equipo como Santos con figuras mundiales y no podíamos ser inferiores. El primer tiempo lo jugamos bien, tuvimos alguna oportunidad para hacer gol y ellos no nos llegaban con mucha fuerza; en el segundo tiempo Santos se fue encima buscando por todas partes”, recordó Arnulfo Valentierra en Casa Blanca.
Cuando ya parecía que el Once Caldas podía finiquitar el empate sin goles, aparece una pelota larga hacia el delantero Basilio, quien venció a Henao con un remate rastrero para abrir el marcador. “Ellos cuando marcan el gol le bajan a la intensidad y nosotros empezamos a buscar con Agudelo y el mismo Jeffrey Díaz. Ya cuando estaba por acabar el partido se presenta un mal rechazo del central del Santos y me cae el balón a mí, empiezo a buscar el espacio y Jeffrey a hacer el movimiento, pero cuando fijó la mirada ya me veo de frente al arco, entonces le pegué con ganas y ubicación; gracias a Dios el balón entró y sacamos un gran empate”, describió Arnulfo.
El equipo con toda la confianza tenía que recibir a los brasileños en Palogrande el 27 de mayo del 2004, exactamente hoy hace 15 años. Fue un partido un poco más abierto, pero igual de disputado y difícil donde Juan Carlos Henao de nuevo aparecía como figura importante. El grito de gol estuvo comprimido hasta el minuto 25 del segundo tiempo: tiro libre y Valentierra a la pelota…
“La falta se la hacen a Agudelo, yo agarro el balón y veo que está muy lejos; Vanegas se me acera y me dice: ‘¿Qué vas a hacer?’ y le digo: ‘no, andá que te la tiro’. Yo ya había hecho gol de ese mismo estilo en el torneo colombiano e incluso recuerdo uno que pegó en el palo en una Copa Libertadores ante Olimpia, que ganamos en el último minuto con gol de Galván de cabeza, ese también había sido desde muy lejos. Entonces cuando yo veo que Samuel va al área y empiezo a coger impulso, pienso que valía la pena intentarlo porque faltaba poco para acabar y no teníamos mucha claridad; me tomé confianza, rematé y salió un golazo que siempre tendré en mi memoria”, dijo el ‘8’.
Aquel tanto histórico fue suficiente para vencer al Santos de Pelé y clasificar por primera vez a las Semifinales de la Copa Libertadores, donde enfrentaría al São Paulo también de Brasil.
LA ANÉCDOTA
“En el primer tiempo se me acerca Renato, quien era el que me debía marcar, y me pidió la camiseta; imagínense, que un jugador de Selección Brasil y de un equipo tan bueno como Santos hiciera eso, para mí fue impresionante. Al final del partido después del golazo, me buscó de nuevo y me felicitó, a pesar que los habíamos eliminado”
Preguntamos por la celebración posterior y nos dijo que “era reserva del sumario”, pero que “había sido algo bueno, a pesar que al otro día debía presentarse a Selección y no hubo mucho tiempo para celebrar”.
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¿Cómo recuerdas aquella gesta del Once Caldas ante el Santos de Pelé?
