El “Arriero” hay que decirlo, no había mucha fe en él al inicio del torneo. Un equipo en crisis. Salió DT principal y quedó Herrara en propiedad, no hubo contrataciones rimbombantes, pero había algo y me atrevo a decir, después de seguir al Arriero en su proceso en Atlético Nacional, donde salió campeón; después de recibir el equipo de Alejandro Restrepo. Se ve que hay amistad y realmente un EQUIPO, quizás no mucho en lo táctico pero si en el respaldo, compañerismo y compromiso, algo que se ha visto reflejado en jugadores como Mateo García, Juan Patiño y Cuesta que han dejado momentos de sacrificio y que se han robado los aplausos del Palogrande (me disculpan otro que se me pueda escapar)y obvio los referentes Dayro, Aguirre y Arce, donde se ve el compromiso con el técnico.

Hay que ser sinceros, esto no es la Premier League, nuestra Liga es realmente muy poco competitiva (para la muestra los resultados en torneos internacionales) e inclusive el formato poco ayuda a tener procesos de largo plazo, son proyectos de un semestre con muy pocas excepciones, donde muchas veces poco se valora procesos tácticos robustos y donde al jugador tampoco se le ve tan aplicado y si a eso le sumamos directivos que conocen poco de fútbol. Si juntamos todo esto, el ítem emocional o los estados de ánimo (en los que tanto insiste Diego La Torre) toman mucha preponderancia, y en este tipo de fútbol brillan momentos como el del Arriero con el Blanco y en su momento en Nacional, tomar momentos espontáneos que nos ofrece el fútbol para brillar y donde la suerte también hace lo suyo.

Es el Arriero una persona genuina, que reconoce sus falencias y trata de maximizar sus fortalezas, que es precisamente esa parte humana, que en un fútbol como el nuestro suma muchísimo en todas las variables que hoy en día tiene el fútbol moderno, el saber manejar las figuras y los jugadores veteranos como Dayro Moreno, Giovanny Moreno y Dorlan Pabón es un plus que quizás técnicos académicamente preparados desconocen.

También logró entender el sentimiento del hincha, sus buenos gestos con la hinchada, su manejo en ruedas de prensa, su gentilidad con el profe Montoya hacen que el ambiente sea sano en un contexto que había sido por años algo hostil, por los desaciertos de algunos directivos que estaban empecinados en pelear con la región y el sentimiento.

La verdad el equipo no termina jugando bien, se reconoce que hay equipos mejor conformados y con más estabilidad táctica que el Blanco, con proyectos deportivos claros, pero este es el fútbol colombiano todo puede pasar, el manejo de grupo es primordial y eso lo tiene el Arriero, este es un nuevo torneo todos arrancan de cero, acá no importa si se llegó de octavo o de primero así que los que dicen que no tenemos con que llegar a la final, quizás tengan razón pero que bonito sería una sorpresa para nosotros los hinchas del Once Caldas precisamente cuando se cumplen 20 años de la conquista continental y si algo me hace ilusionar es los antecedentes que precisamente tiene el Arriero.

Leo sus comentarios, saludos para todos.
Víctor Raúl Jiménez