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Ha transcurrido más de un año desde el fatídico domingo 3 de mayo de 2015 en el cual se disputaba una jornada de la Liga Alemana y en el encuentro entre Mainz 05 y el Bayer Leverkusen, el holandés Rafael Van Der Vaart disputaba un balón con el manizaleño Elkin Soto y por la desgracia y a veces mala suerte que se presenta en el fútbol, el colombiano salió mal librado, con fractura de su rodilla izquierda y el desprendimiento de todas las articulaciones de la misma.
Hoy, y después de las intervenciones quirúrgicas, los mensajes recibidos por parte de toda la hinchada futbolera y el lento proceso de recuperación físico, el “sultán” se encuentra nuevamente realizando entrenamiento de campo y buscando recuperar el nivel que lo llevó a ganar una Copa Libertadores, defender los colores nacionales y consagrarse en todos los equipos que jugó.
Fundamental ha sido el respaldo del equipo alemán que inmediatamente ocurrió la lesión le renovó el contrato por un año para que pudiera recuperarse sin inconveniente alguno. Dicho contrato se termina en el mes de junio y Elkin, con 36 años de edad, se dispone a regresar a su país y ciudad natal con la labor cumplida de haber jugado por varias temporadas en una de la ligas élite a nivel mundial y con la firme intención de, como lo ha manifestado a la prensa en múltiples oportunidades, terminar su carrera en el equipo de sus amores, donde alcanzó la gloria siendo figura e ídolo por siempre.
Lo cierto hasta hoy, como lo expresó el manizaleño al diario local, es que Soto tiene la proyección de volver a Colombia a mitad de año, apenas su hijo termine el año escolar en el país teutón. Ya con respecto al tema profesional, espera estar a punto para volver a competir a gran nivel; sobre el Once Caldas, aun no hay propuestas.
En el equipo manizaleño no cierran la posibilidad que Soto juegue para el segundo semestre; es necesario analizar la recuperación futbolística del centrocampista y, lo que quizás más incertidumbre le genera a la hinchada, el acuerdo económico, teniendo en cuenta la política de contrataciones del equipo en los últimos semestres y la constante queja de los directivos de pensar en el bolsillo a la hora de vincular jugadores.
Si con el pasar de los días se empieza a cocinar el eventual regreso del “sultán” al Once, es importante que los dueños de conjunto albo se den cuenta las grandes ventajas que puede traer la vuelta de un referente de la institución, una persona querida por la afición, Es necesario que no se les olvide que NUESTRO ÍDOLO ES MANIZALEÑO y quiere vestir la blanca.