Luis Fernando Montoya siempre será recordado en Manizales y Colombia como uno de los mejores entrenadores del país, aunque la carrera del estratega no fue tan larga como todos hubieran querido, por el lastimoso accidente que sufrió días después de quedar subcampeón del mundo ante el Porto con el Once Caldas.

El ‘campeón de la vida’ como entrenador lideró algunos equipos locales del Departamento de Antioquia, pero profesionalmente solo dirigió a dos equipos, En el 2002 al Atlético Nacional con el que llegó a la final del campeonato, luego derrotado por el América de Cali.

Y al Once Caldas, con el que  ganó el campeonato Apertura de 2003 y la Copa Libertadores 2004, además de que recibió el premio como entrenador Sudamericano del año en 2004 y se colocó en el lugar 91 del ranking de los mejores entrenadores del siglo XXI compilado por la IFFHS, siendo el mejor entre los colombianos.

Su carrera no fue la más extensa, y al entrenador antioqueño le quedaron sueños por cumplir, entre esos, dirigir a un equipo colombiano, “Me faltó un equipo más que quería dirigir acá, al Independiente Medellín” dijo el estratega antioqueño en entrevista con Suso.

Además, el ‘profe’ manifestó que “estaba convencido de que era capaz de darle una Copa Libertadores al Medellín”.

No se sabe con certeza que hubiera pasado con el ‘campeón de la vida’ si ese lamentable accidente no hubiera sucedido, pero lo que sí es seguro, es que al equipo al que hubiera ido, habría marcado un antes y un después.