En un artículo publicado por el periodista Osvaldo Hernández en el Periódico La Patria, se dio a conocer la verdadera identidad de un futbolista  que pasó recientemente por el Once Caldas,  del cual ni se conoce su nombre real, pero que según los documentos figura como Jhon Rendón.

Este volante arribó a Manizales con ganas de triunfar en el profesionalismo, pero nada era como él decía. Los documentos que presentó al plantel al momento de su incorporación, mostraban que solo tenía 18 años, pero luego de las investigaciones, se confirmó que el mediocampista tenía 23. Excusa que usó para ser llamado al equipo principal.

Pues si se tiene en cuenta su aspecto físico y su calidad de juego para un futbolista de 18 años, es demasiado interesante ante los ojos de un técnico; en ese entonces, Javier Torrente fue quien lo llevó a jugar en el equipo principal.

“Rendón” jugó 6 partidos en la actual temporada, todos como titular y fue sustituido en 4 de ellos. Acumuló 408 minutos y le mostraron una tarjeta amarilla en su corto paso por el ‘Blanco’.

¿Usted no sabe quién soy yo?

Esta frase tan mencionada hoy en día por ciertos personajes públicos del país, no fue apta para este sujeto, que de a poco fue viendo como se descubría su verdadera identidad.

Felipe Paniagua junto con su grupo de trabajo vieron cosas extrañas al rededor del jugador. Y al descubrirlo, presentaron una denuncia formal ante la Dimayor, quién también fue víctima de ese fraude.

El jugador que portó  la camiseta número 34 ya no está vinculado a la institución y seguramente por este hecho será muy difícil que algún equipo profesional lo tenga en cuenta.

Ahora, los puntos que obtuvo el Once Caldas con este personaje en cancha, según  dijo un abogado experto en derecho deportivo al Períodico la Patria, no podrán ser quitados al cuadro ‘albo’, porque ya se cumplió el tiempo exigido para implantar la denuncia correspondiente por el partido, pero si, podrían sufrir una sanción económica.

Del jugador poco se sabe, pero ahora debe estar viviendo una verdadera pesadilla que aún tiene capítulos pendientes.