Luis Fernando Montoya, más conocido como “El Profe Montoya”, o el “Campeón de la Vida” y quien le dio la alegría mas grande en la historia del Once Caldas con el título de la Copa Libertadores de América, denunció incumplimientos frente a lo pactado por parte del Once Caldas.

Después de su incidente en diciembre de 2004, Montoya se erradicó en una finca en Caldas Antioquia y desde allí habló “al día de hoy siga esperando que el club cumpla con los compromisos adquiridos en 2006 para finalizar su vínculo con el equipo, ante la imposibilidad de volver a dirigir profesionalmente”.

En una entrevista concedida al diario La Patria de Manizales, el “campeón de la vida” manifestó su pesar ante esta situación:

“Esto es muy maluco. En el último contacto que tuvimos, nos dijeron que esa deuda la podían cobrar los hijos de los hijos de mi hijo y eso dice que no hay nada de qué hablar. Estoy tranquilo porque le respondí al Once Caldas, al departamento y a la ciudad. A los directivos actuales les ha faltado altura”

Luego le preguntaron si cree que morirá antes de recibir su pago, respondió que no se trata de que él reciba ese dinero:

“No tanto que me muera yo, sino que quién sabe si los hijos de mi hijo cobrarán eso”

Según el periódico la Patria, el acuerdo del que habla Luis Fernando Montoya se firmó el 17 de agosto de 2006. El documento tiene las firmas de Luis Fernando Henao (inspector de trabajo), Paula Sigrid Delgado (abogada del Once Caldas), Adriana Herrera (esposa del profe Montoya) y Luis Alfonso Sossa (psicólogo de Luis Fernando). El profe Montoya puso su huella dactilar en dicho documento.

Debido a que se produjo una conciliación entre las partes, Once Caldas hizo la compra del seguro con el fin de garantizar los estudios universitarios del hijo de Luis Fernando, José Fernando. Firmaron un contrato de prestación de servicios por 3 millones 500 mil pesos mensuales que duraría dos años, y acordaron la organización de un partido de fútbol, cuyo recaudo sería todo para el profe Montoya.