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Diego Maradona desató el domingo una fiesta inolvidable para los simpatizantes de Gimnasia y Esgrima La Plata, que le demostraron su devoción en la presentación del astro como nuevo entrenador del club ‘tripero’, 24 años después de su último paso como DT en un club de Argentina.

Desde el mediodía, miles de hinchas se acercaron al estadio Juan Carmelo Zerillo para seguir la presentación oficial y el primer entrenamiento de Maradona al frente de Gimnasia, en una fiesta que conmovió a La Plata, una ciudad universitaria y administrativa a 60 km al sur de Buenos Aires.

En un campo de juego que tenía dispuestos tres globos inflables, uno con la imagen de ‘el Lobo’ -el símbolo de Gimnasia-, otro con un busto de Maradona, y el tercero con la emblemática camiseta número 10 de la selección argentina, que el ahora entrenador vistió como campeón mundial en México-86 y subcampeón en Italia-90.

Maradona, de 58 años, entró a la cancha y se mostró conmovido hasta las lágrimas por las enormes muestras de cariño que recibió de parte de los fanáticos del Lobo.

El exestelar, que fue operado hace pocos meses en las rodillas y del hombro, se trasladó en un carrito hasta el centro de la cancha y desde allí les habló a unos 25.000 espectadores que colmaron el estadio de ‘El Bosque’.

– No soy mago –

AFP / ALEJANDRO PAGNIDiego Maradona durante su presentación como DT de Gimnasia y Esgrima en el estadio ‘El Bosque’, en La Plata, el 8 de septiembre de 2019 

“Yo no soy ningún mago, sólo vengo a trabajar. Vamos a dejar la vida, todos juntos. Quiero que mis jugadores se maten por toda esta gente. Mientras yo esté dirigiendo, este grupo va a ser un ejemplo”, dijo Maradona en su discurso ante miles de hinchas.

“Acá, el que no se entrena o el que no corre, no juega. No voy a faltar a ningún entrenamiento. A mí me gusta ganarme la plata corriendo, como lo hice toda mi vida. Ustedes (los hinchas) nos van a dar el plus para ganar los partidos. Y los vamos a ganar”, remarcó el nuevo director técnico.

Mientras Maradona hablaba, cinco hinchas consiguieron entrar en el campo de juego para tratar de tocar o estar cerca del astro, pero fueron detenidos por los agentes de seguridad, y después de hablarles a los hinchas, dio una vuelta alrededor de las tribunas, rodeado por el plantel de Gimnasia.

“¿Cómo puedo explicar con palabras estas sensaciones? Cuando entré a la cancha pensé en mi vieja (la madre, fallecida) y en mis hijos”, contó un Maradona conmovido, y reconoció que “no me esperaba todo esto, cuando vi todo esto no lo podía creer. La vamos a pelear con los pibes (jugadores). Si Dios quiere, se salva Gimnasia”.

Sus emociones no se apagaron en una rueda de prensa que ofreció más tarde en un hotel de La Plata.

“Creía que el corazón me iba a explotar. Hoy me sentía en el cielo”, dijo Maradona durante una rueda de prensa en un hotel céntrico de La Plata (60 km al sur), tras su primer entrenamiento al frente de Gimnasia, en su regreso al fútbol argentino, casi una década después de dirigir a la selección albiceleste.

Maradona llegó a Gimnasia con la difícil misión de mantener en la primera división al Lobo, que está último en la tabla de la Superliga de primera división, con apenas un punto en cinco partidos, y también último en la temida tabla de los promedios del descenso.

‘El 10’ tiene contrato hasta el final de la temporada 2019/2020, y estará acompañado por Sebastián Méndez como colaborador principal y entrenador alternativo, y su debut será el domingo próximo, frente a Racing Club, en un partido por la sexta fecha de la Superliga.

Como DT, Maradona nunca pudo ser campeón. Sus primeros pasos los dio en Mandiyú de Corrientes (nordeste) en 1994, con bajo desempeño al igual que en Racing Club, el segundo plantel que tuvo bajo su mando, en 1995, ambos en primera división.

Nombrado al frente de la Selección, logró con el último aliento la clasificación para el Mundial de Sudáfrica-2010, donde fue eliminado en cuartos de final, goleado por Alemania 4-0, pese a tener a Lionel Messi en uno de sus mejores momentos con la camiseta nacional.

Condujo a Al-Wasl de Emiratos Árabes entre 2011-2012 y luego Al-Fujairah, entre 2017-2018, y a Dorados de México 2018-2019, al que estuvo a punto de llevar a la primera división.