El primer partido oficial de este Once Caldas versión 2017, dejó muchas dudas en toda la afición manizaleña, pues se vio un equipo sin mayor profundidad y poca generación de juego y, además, mantuvo los mismos vacíos que evidenciaron en los amistosos en Perú: No retrocede bien y los laterales pierden la referencia con facilidad. Se valora que el equipo fue atrevido y arriesgado al adelantar frecuentemente sus líneas e ir al ataque, aunque sin peligro alguno.

Casa Blanca regresa con su habitual calificación del desempeño individual de los jugadores de Once Caldas en el campo de juego.

José F. Cuadrado: (7.5).  Cómo siempre el bombero del equipo y de la zona defensiva: Intervino en los momentos determinantes del partido y se hizo protagonista en tres remates con destino de gol.

Marcos Acosta: (7). El lateral paraguayo dejó una buena impresión en su debut con el Blanco. Se vio con convicción a la hora de ir al ataque y agresivo en la marca. Complementó su función con centros precisos.

José Moreno: (6.0). Aceptable partido de este zaguero central. Acertado en los cortes de las jugadas que el rival realizó por el centro del campo. Tuvo la fortuna que no le pitaron un penal en contra, al llegar a destiempo sobre un balón dentro del área local.

Jonathan Muñoz: (6.5).  No tuvo mayor trabajo, pero anticipó muy bien la marca y sin perder la referencia del rival.

David Gómez: (6.5). Buen partido del lateral pereirano, quien aprovechó la confianza que el D.T Hernán Lisi le dio. Se vio con determinación a la hora de ir al ataque, seguro a la hora de sacar al equipo jugando desde atrás y con la búsqueda de sociedades de juego.

Julián Guillermo Rojas: (6.5).  El volante bogotano contó con el porcentaje de precisión más alto del partido, con un 94% de efectividad, sin embargo, quedó en deuda al momento de marcar; se le notó lento y sin agresividad a la hora de recuperar el balón.

Jerry Ortiz: (7.0). Su posición habitual es la de extremo, pero en el primer tiempo, Lisi lo puso como volante mixto donde cumplió con la búsqueda de sociedades y generación de juego. Por otra parte, cuando pudo remató y generó peligro en el arco rival. En el segundo tiempo, con la entrada de Elkin Soto, jugó como extremo y evidenció poder ofensivo y desequilibrio por la banda. Un buen jugador desde donde se mire.

Freddy Salazar: (5). Dejó mucho que desear en su primer partido de regreso al Once Caldas. Se le vio con miedo a la hora de encarar y con falta de profundidad; siempre devolvió el balón y jugó hacia atrás. No tuvo trascendencia en el partido.

Michael Ortega: (6.5). Aceptable partido del volante barranquillero. Por momentos se le vieron pinceladas de buen fútbol, donde juntó y colectivizó al equipo. Quedó en deuda con esos pases entre líneas que dejan mano a mano al delantero con el portero rival.

Luis Sinisterra: (7.5). El juvenil salió aplaudido por toda la afición. En su primer partido como inicialista, dejó una buena imagen con su desequilibrio en el ataque ‘albo’.

Óscar Estupiñan: (6.0).  Siempre genera riesgo de gol: tuvo un opción clara en los primeros minutos del partido tras un centro de Marcos Acosta. Sin acompañamiento en el primer tiempo. Solo le llegó un balón limpio en la etapa complementaria y dilapidó la opción de frente al arco.

Elkin Soto: (5). Entró en el minuto 17 del segundo tiempo para cumplir la función de volante mixto. Poco aporte en marca; hizo ‘sombra´y lo único que pudo aportar fueron algunos pases desde la primera línea de volantes.

Hanzel Zapata: (-). Pocos minutos en cancha para calificar.

Sergio Romero: (-). Pocos minutos en cancha para calificar.

Hernán Lisi: (5.5): El timonel argentino planteó un partido para ser protagonista e ir a buscar constantemente el gol. Se la jugó con esquema táctico de 4-1-4-1 con Julián Guillermo ingresando entre los dos centrales cuando el equipo perdía la pelota. Se le valora que fue arriesgado al pedirle frecuentemente a los laterales que se adelanten y se instalen en la zona medular para generar algunas sociedades de juego y llegar con superioridad numérica al campo rival, no obstante, le faltó imprimir en cancha el orden para el retroceso que solicita su esquema táctico, pues el equipo era fácilmente contragolpeado.

Por: Fabián Giraldo.

Columnista Casa Blanca OC