Por Juan David Morales En twitter @juandmorales11

Quisiera abrir esta columna con el siguiente interrogante: ¿Quién no se alcanzó a ilusionar a mitad de año tras el anuncio de la contratación de Francisco Maturana como estratega del Once Caldas? Considero que la gran mayoría de seguidores de la institución ‘alba’ le dieron el visto bueno a la llegada de uno de los técnicos referentes de la historia del Fútbol Colombiano.

El retorno del técnico chocoano a Manizales producía la sensación que las cosas se iban a enderezar después de tres eliminaciones consecutivas; que el fútbol vistoso del gusto de los aficionados del ‘blanco blanco’ se volvería  a exhibir y que el conocimiento, charreteras y experiencia del DT ex campeón de la Copa América marcaría un nuevo precedente en la historia de este equipo de fútbol.

4 meses después, con desdén podemos afirmar que, tanto aquellos que promovieron la vinculación de ‘Pacho’ como todos los que nos ilusionamos con el supuesto nuevo proyecto deportivo, padecemos un desasosiego de grandes proporciones.

La temporada que está ad portas de terminar la podemos calificar como un fracaso rotundo, donde la propuesta futbolística fue limitada y escasa y la creatividad desde el banco técnico fue inexistente, mostrando que el actual entrenador del ‘blanco’ fue inferior a lo que tan anheladamente se esperaba de él. Quizás quienes seguimos el Once Caldas quedamos con la ‘espinita’ que algo mejor se podía proponer con la plantilla que había a disposición.

Lo que propone en la cancha el Once a hoy es objeto de crítica a nivel nacional, por ser un equipo irregular, lento, sin ideas ofensivas, muy conservador en mantener una estructura táctica, pero aun así no encuentra los resultados y es bastante permeable y, cuando se requieren alternativas desde el banco técnico, éstas nunca aparecen.

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Archivo: Derrota ante Atlético Nacional

Cuando llega el momento de analizar las razones del bajo rendimiento, Maturana suele ser un gran orador y siempre encuentra justificaciones para hacer creer que  son motivos externos a él, las razones por las cuales no se consiguen los puntos y tampoco el fútbol.

‘Pacho’ se convirtió en un verdadero problema para el Once Caldas, pues tras cada declaración demuestra que no cumple con esa faceta de líder, de capitán navío dentro de la tormenta y al contrario, se convierte en un personaje que, llevado por el egocentrismo y la necesidad de mantener su imagen, reconocimiento y prestigio, no le ha importado inclusive menospreciar a aquellas personas con las que a diario trabaja y de las que supuestamente debería ser su cabeza visible, o cómo más podría titularse lo dicho en cuanto a que la ciudad debía pedir que le armaran un equipo de primera…¿Es que acaso el ha potenciado a sus jugadores o siempre ha alineado a los mejores?

En este punto debemos interrogarnos: ¿Es Maturana la persona adecuada para comandar al equipo caldense cuando se inicie la próxima temporada a escasos 7 puntos de los últimos lugares de la tabla del descenso y se viva cada fecha con la ansiedad y preocupación de la pérdida de categoría?, ¿Acaso la retórica del estratega chocoano en las ruedas de prensa y la capacidad de evadir preguntas incómodas servirá para trasegar las temporadas que se avecinan? ¿Es realmente la limitada propuesta deportiva de Maturana suficiente para no perder la categoría el próximo año? si con vehemencia hoy, el DT contesta que “no mira hacia atrás” y “que los grandes no renuncian”, ¿porqué pensar que ‘Pacho’ va asumir con autocrítica el semestre entrante y no va a intentar proteger su “imagen” renunciando en plena competencia después de un deficiente rendimiento como el del torneo que está a escasas jornadas de culminar?

Maturana acertó con que Manizales debería exigir que le armen un equipo de primera, pero ese equipo de primera necesita un técnico de primera y él desafortunadamente dejó de serlo.