Once Caldas cerró el semestre con una victoria como local ante Independiente Medellín, el resultado fue positivo y hay que resaltarlo porqué de seguir con los malos resultados este partido tendrá importancia en el descenso en 1 o dos años máximo.

El ‘blanco blanco’ consiguió quedarse con una victoria merecida en una tarde lluviosa en Manizales y culminar así en la decimoquinta casilla en la tabla de posiciones  con 17 unidades.

Lo paradójico del caso, como viene siendo costumbre en las últimas fechas fueron algunas declaraciones de Eduardo Lara posterior a la victoria ante el ´poderoso’, quizás por los afanes de emitir un concepto del partido se apresura y termina diciendo cosas como esta:

“Hoy tenían que dejar todo en la cancha, jugar por el honor, no podían cometer errores y jugar un partido perfecto que a la postre sucedió”.

Si se analiza lo anterior, no hay nada de malo, pero ¿Sólo se tenía que jugar así el último partido de la Liga cuando ya no había nada por hacer? ¿Acaso por el hecho de estar en una de las instituciones con más historia en el FPC no se debe jugar siempre por el honor?

No está bien tampoco que recaiga el peso de la mala campaña únicamente en el entrenador, pero de que tiene algo que ver, ¡seguro! El principal problema del Once Caldas radica desde los directivos, pero no se pueden obviar responsabilidades de jugadores y cuerpo técnico.

Lo anterior es una opinión personal que no responde a los parámetros editoriales establecidos por Casa Blanca Sports.