Hace 25 años aterrizaba en Manizales Sergio Galván Rey con una maleta llena de ilusiones y de goles por marcar, el argentino llegaba como un jugador con proyección pero sin mucho renombre y se iría siendo el máximo goleador en la historia del Once Caldas y del fútbol colombiano.

Con un breve paso por la tercera división, la reserva de Boca Juniors y el también modesto Deportivo Aguilares, el delantero fue recomendado al Once Caldas por Alfonso Núñez. En 1996, al aeropuerto La Nubia llegaron más de 200 ansiosas personas para observar por primera vez al hombre en el que creían para cambiar la hasta entonces corta historia del cuadro de Manizales.

“Llegué ese día, un viernes, me estaban esperando y de inmediato, con maleta y todo, fui hasta el estadio, me cambié y entrené”, recuerda el colombo-argentino en una entrevista en el diario La Patria.

“El primer tiempo lo hice con el equipo alterno y marqué gol; el complemento lo jugué con los titulares y también anoté. Me preguntaron que si podía jugar al domingo siguiente y respondí afirmativo”, comenta el hoy analista del canal Win Sports.

Después todo fue gloria para el delantero, con el Once Caldas fue campeón de la Liga colombiana en el 2003, fue parte del Once Caldas campeón de la Copa Libertadores 2004 (se fue al Metro Stars de Estados Unidos) y es hasta la fecha el máximo goleador en la historia del ‘blanco blanco’ con 171 goles.

Luego de su paso por el fútbol internacional, volvió a Colombia, fue bicampeón con Atlético Nacional en 2007, jugó con América y cerró su carrera en Independiente Santa Fe, después de haber anotado 224 goles en el fútbol colombiano y convertirse en el máximo goleador de su historia.

Sergio le hizo alusión a su apellido y se convirtió en el REY de los goles del fútbol profesional colombiano y del Once Caldas