La popularidad del D.T. ha bajado significativamente y la aceptación en los hinchas no es la misma de meses atrás.
Javier Torrente mencionó en anteriores conversatorios la necesidad de suplir falencias del equipo en diversas posiciones y más a aún después de la eliminación del ‘Blanco’ a manos del Deportes Tolima en el campeonato anterior.
Hoy su discurso es diferente, acepta de manera sorpresiva la no contratación de jugadores de cara al próximo semestre.
“La ilusión era armar un equipo que nos hiciera soñar con la posibilidad de pelear el campeonato entrante. Sin embargo, sabemos de las dificultades económicas del club y la imposibilidad de contratar jugadores. La idea es trabajar con el grupo que queda y los futbolistas que regresen” manifestó el argentino el jueves anterior en rueda de prensa.
Pero no es solo eso; previo al compromiso frente al Atlético Huila por la fecha 17, el rosarino dijo que “si el contrato de renovación es por 6 meses, no se quedaría en el club”. VER NOTA. Ahora el técnico asegura que firmaría su contrato solo hasta diciembre, argumentando que quiere cumplir con su palabra y encaminar el proyecto deportivo.
Además las reiteradas suspensiones, todas con una justificación diferente por parte del D.T., han deteriorado su imagen. El técnico ya acumuló 3 meses sancionado en el año que está próximo a cumplir en el club, situación que ha caído muy mal en el entorno del equipo.
Torrente quiere minimizar el efecto de su no presencia desde la raya, diciendo que lo más importante es lo realizado durante la semana y la planificación de cada partido; cuando es bien sabido que el fútbol está inventado desde hace mucho y siempre una arenga o una buena decisión desde el banco puede condicionar o delinear cualquier actitud durante los 90 minutos. Basta con ver al ‘Cholo’ Simeone con el Atlético de Madrid, por poner un ejemplo.
Es triste observar desde la tribuna del estadio Palogrande, como entre el utilero Alejandro Cataño y el asistente de campo Gustavo Martín San Juan, intentan llevar de manera incluso arriesgada, las razones que emite Javier Torrente desde el palco.
Nadie desconoce la capacidad de Javier Torrente como entrenador y el trabajo que realiza durante la semana, del cual somos testigos. Pero a la hora del partido se reitera en errores , en decisiones puntuales que no han nutrido el trámite de algunos compromisos y en órdenes mal ejecutadas. Esto nos lleva a citar una frase de un viejo hombre del fútbol que decía “Ser buen entrenador no supone ser un verdadero estratega”, palabras que aplican para el controvertido Torrente.
Las declaraciones del timonel en rueda de prensa se han vuelto tediosas y sin demasiadas respuestas positivas para el aficionado. Un conglomerado de palabras llenas de excusas; que no hay apoyo, que los arbitrajes, que no hay plata, etc etc…
Es verdad que reconoce los errores de anteriores “refuerzos”, pero exagera aceptando toda la culpa, minimizando la presión ejercida sobre sus patronos.
“Cuando la cabeza anda mal, el resto del cuerpo no funciona” otra de tantas y sabias frases que deja el fútbol, las cuales hacen referencia a la actual situación del equipo. Poco se entiende porque un técnico con la trayectoria y experiencia de Javier Torrente, acepta sin demasiados reparos una nómina tan pobre y limitada como la que ha presentado, presenta y al parecer presentará el Once Caldas.
argumenta el D.T. que “está encariñado con el club y la ciudad y quiere la gloria con el Once Caldas”. Esperamos que sus deseos sean solo esos y no otras cosas…
Lo cierto es que la imagen que generó su trabajo y profesionalismo, él mismo se ha encargado de devaluarla y dividir opiniones entre los aficionados.
