En una fresca tarde manizaleña, cerca de 8000 espectadores se acercaron al estadio Palogrande para ver a un Once Caldas que venía de 4 derrotas seguidas, pero que tampoco perdía la esperanza de levantar cabeza ante la ‘bestia negra’, Equidad Seguros, quien continuamente sacaba buenos resultados ante el ‘Blanco.  El Once empezó buscando el arco contrario como debía ser, pero muy rápido Equidad le tomó la medida al partido y el dominio se tornó compartido hasta el gol de Yesus Cabrera, que en una buena acción colectiva entre Hárrison Henao y Uvaldo Luna, le queda el rebote para mandarla a guardar al minuto 28. Once Caldas parecía montado en el partido, incluso pudo anotar el segundo por intermedio del mismo Yesus, pero su decisión no fue la más acertada entrando al área. A los 10 minutos de esa primera anotación, Equidad llegaría al empate por intermedio de Carlos Peralta, quien aprovecha una desinteligencia entre Sinisterra e Hinestroza para rematar de frente al arco y anotar un gran gol.  Finalizando ese PT se fue expulsado Jaider Riquett en el visitante por un cabezazo a Uvaldo Luna y Equidad tendría entonces que jugar todo el segundo periodo con un hombre menos.  A pesar de eso, en la parte complementaria, fue el equipo del profesor Luis Fernando Suárez el que pegó primero, tras un certero cabezazo nuevamente de Carlos Peralta al minuto 54, quien se benefició de la débil defensa del ‘Blanco’ para marcar el segundo.  Pero el Once se supo reponer como en aquel partido ante el Medellín de 6 fechas atrás, salió con todo a atacar y  aprovechando el hombre de más, encontró en Ray Vanegas, tras un mal rechazo de Cristian Bonilla en un saque de esquina, el tanto del empate. El ingreso del chico Marcelino Carreazo de 18 años y del mismo Vanegas, fueron claves para el desenlace del compromiso.  Seguidamente a esa igualdad, el equipo montado en el partido y Equidad resignado a esperar los embates del local, llegó el tercero y definitivo del Once. Fue una brillante acción colectiva, que concluyó con un gran pase de Farías a Sinisterra, quien de excelente manera define al palo de la mano derecha del manizaleño Bonilla.  De ahí en adelante, el ‘Blanco’ se dedicó a darle manejo al juego haciendo sentir la desventaja numérica del visitante y el poco peso ofensivo que tenían a esa altura. Triunfo 3-2 que deja al Once séptimo con 19 puntos y con la alegría de cortar una racha de cuatro derrotas en línea.  Sumado a esto, la ‘resurrección’ en Palogrande ante la ‘Bestia Negra’, ya que después de 10 años y 5 meses se supo lo que es vencer al ‘asegurador’ en casa.