En el Once Caldas no para la debacle futbolística y de resultados que cada vez más alejan al hincha de ese sentimiento de alegría y fidelidad que es el fútbol, hoy solo hay insultos y tristezas cuando se habla del equipo de Manizales.

Ayer ante Equidad, el aficionado mantenía la fe de que en la irregular campaña del Once, se diera una de esas sorpresas a las que tiene acostumbrado el equipo a sus hinchas y le ganara a su ‘bestia negra’ en Bogotá, pero la actualidad del blanco no le da para eso. 2 – 0 fue el resultado en la capital del país.

En el terreno de juego, se vio nuevamente un equipo que no logra consolidar una idea, que generó opciones para ganar y no definió, tres balones en el palo son muestra de ello, sumado a que cuando el rival llegó, concretó, producto de las fragilidades y desconcentraciones en marca, evidenciadas en el primer gol, de un tiro de esquina donde no se referenció al rival.

Lo demás, es un espejo de lo que ha sido la campaña, un equipo que no tiene herramientas, que los cambios no solucionan y los planteamientos no son efectivos, los jugadores que entran, como Romero y Cure son intrascendentes y los que salen como Alcatraz, terminan manoteando al banco.

El técnico salió abucheado, insultado, impotente ante una nueva derrota, pero sin dar el paso al costado, sustentándose en el trabajo de la semana y la creación de opciones, palabras que al hincha ya no lo llenan, no son suficientes. Al final Ortega salió en su defensa y responsabilizó a algunos de sus compañeros de no querer jugar.

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