Ayer en Palogrande fue un partido poco agradable y sin mayores opciones, sobre todo en el primer tiempo, donde al Once Caldas apenas le alcanzó para empatar en casa ante el último del grupo B de la Copa Águila y un equipo que llegó a Manizales con la nómina emergente.

No obstante, al minuto 20 se presentó una jugada inusual para despertar a los cerca de 1.500 espectadores que asistieron al estadio: tiro de esquina para el Once en el sector Suroriental, Mateo Cardona al cobro y la pelota que se mete por el primer palo, ante la mirada del portero y el defensor visitante.

Fue un gol atípico, que tuvo la virtud de Cardona de apuntar al arco y meter el balón a ras de piso, y la pasividad de los jóvenes jugadores de Leones que carecieron de reacción en la jugada.

“Siempre voy en busca del gol, en tiro de esquina o tiro libre; es lo que me gusta y lo que me ha dado reconocimiento. Yo vi que el balón ingresó y pudimos celebrar”, manifestó Cardona.

Pasaron 14 años para volver a observar una anotación de este tipo en Manizales. El último gol olímpico había sido el 9 de marzo de 2003, obra de Arnulfo Valentierra al hoy desaparecido Centauros

El antioqueño cree que esta es la oportunidad para seguir mostrando lo que le puede aportar al equipo: “Siempre he estado para el grupo, hoy lo demostré y siempre que me quieran utilizar voy a mostrarme dispuesto. Día a día voy mejorando y me voy formando en este equipo”, aseguró.

Junto a Sergio Romero, Cardona disputó los 6 partidos de la primera fase de Copa Águila y esperan conocer el rival de Octavos de Final para continuar sumando minutos con el Once Caldas.